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Excelsior

Por Esperanza Barajas / Enviada esperanza.barajas@nuevoexcelsior.com.mx VERACRUZ.— El malecón del puerto estaba abarrotado, los priistas llegaron de todos los rincones de Veracruz, hubieran llenado el zócalo, pero la plaza se empezó a vaciar antes de que hablara el candidato a la Presidencia, Roberto Madrazo. Su discurso de 17 minutos lo terminó frente a montones de sillas vacías. Desde las seis de la tarde empezaron a llegar, unas tres horas tardó el PRI en llenar el malecón, camiones en doble fila, taxis por todos lados, camisetas rojas pintaron el ambiente, unos eran petroleros, otros ferrocarileros, cañeros y demás, pero en media hora la marea roja se convirtió en un río que corría a lado del Golfo de México y abandonaba a su candidato. Al principio todo era fiesta, parecía que el PRI fuerte estaba de regreso, mostraba el músculo, quizá viejo, pero ahí estaba, si algún panista o perredista se hubiera asomado creería aquella frase de que la competencia era de tres. Pantallas gigantes, grupos musicales, solistas y hasta bandas de guerra estaban repartidos; las sillas estaban ordenadas por colores verde, blanco y rojo, acomodadas alrededor de una pasarela de unos 350 metros de largo. Este debía ser el evento más importante de Roberto Madrazo en su campaña, porque era el cierre de un trabajo que empezó el 19 de enero. Pero Madrazo no pudo ni retener, ni prender el ánimo de los priistas, su discurso fue el mismo de toda la campaña, no hubo novedades, no se arriesgó a salirse del guión.

"Vamos a lograr desde Veracruz un gobierno de acuerdos, de consensos, de inclusión, de pluralidad para que la gente pueda tener resultados y logre que las cosas se hagan", lanzó. El candidato, vestido de rojo, se perdía en su marea roja; hasta la manta gigante que sostenía una grúa la desaparecieron antes de que terminara el mitin. Lo acompañaron a este cierre los dirigentes de los partidos aliados que lo lanzaron, Mariano Palacios (PRI) y Jorge Emilio González (PVEM); el coordinador en el Senado, Enrique Jackson; el líder de los petroleros, Carlos Romero, así como su familia. Al final pocos cantaron el himno nacional y los que quedaron disfrutaron del espectáculo de los juegos pirotécnicos. "Hoy cerramos la campaña electoral más importante de la historia de México, el PRI va a ganar en Veracruz para decirle a los mexicanos que así como han ganado las luchas, en Veracruz hoy vamos a ganar la más importante, vamos a regresar a la Presidencia de México", soltaba un candidato que ha perdido la voz a lo largo de los meses. En total Madrazo tuvo 251 recorridos en estados y municipios, y en las últimas tres semanas tuvo 40 cierres regionales. A los encargados de la imagen del candidato, Carlos Alazraki y Carlos Flores Rico, el evento les pareció "impresionante", y justificaban el vacío como algo "normal", pues la gente tenía tres horas esperando y venía con niños, pero el asunto era ver el "vaso medio lleno y no medio vacío". Este día en que Roberto Madrazo cerró su campaña recorrió los estados clave para su elección, Coahuila, Puebla y Veracruz; a Oaxaca ya no pudo regresar por el conflicto magisterial. Pero en Coahuila lanzó una acusación severa, dijo que han amenazado a gobernadores del PRI para que apoyaran a Felipe Calderón.

"Uno de los que ayudan al candidato de los azules vino a decir que le iba a ir muy mal a nuestro amigo, el gobernador Humberto Moreira, si no ganaban lo azules, vino a amenazarlo". Pero no se atrevió a decir quién fue el amenazante.