EL SENDERO DEL PEJE.... Pejetonterias, pejemanias, pejevideos.

México, D.F.

AMLO presidente; compro en Wal-Mart



Y también en las tiendas Coppel y disfruto las papas Sabritas, aprecio los productos de Jumex y Jugos del Valle, tomo Coca-Cola, creo que Banamex es una magnífica institución bancaria y reconozco la calidad de las mercancías de Kimberly Clark.

Es decir, en la Convención Nacional Democrática voté en contra de un único punto: el de no comprar nada de lo que venden esas empresas. Creo que es una mala idea pedirle a la gente no abastecerse en las cadenas de autoservicio como Wal-Mart y Coppel (y Soriana y Chedraui y las otras) porque, ciertamente, son las que brindan los precios más bajos en el mercado. Todos los otros puntos de la convención los voté en positivo, particularmente el de reconocer como presidente de México a López Obrador.

Es claro que el principal directivo de Kimberly Clark, Claudio X. González, apoyó el fraude electoral, y merece ser sancionado. Pero no los consumidores, ya que la empresa que él encabeza, y que no sólo es de él, ofrece productos muy útiles para la vida. Y sí, el señor Coppel fue un miserable al influir en sus trabajadores para obligarlos a votar por el PAN, pero su compañía cumple satisfactoriamente una función social: la de comprar y vender a buenos precios y con calidad.

Sabritas violó la ley con anuncios ilegales, pues que vaya a la cárcel su director, pero nada más. Y bueno, los embotelladores de Coca-Cola no hicieron nada malo…

Es correcto separar a la empresa del empresario, ya que una empresa (la acción hecha entre muchos, según Oswald Spengler) normalmente no tiene un solo propietario y, por lo demás, forman parte de ella numerosas personas: trabajadores, proveedores y clientes. No entiendo cuál es la utilidad de perjudicar a los negocios que le dan empleo a tanta gente.